Mucho hemos escuchado acerca de la depresión, en ocasiones este término se utiliza de manera coloquial para describir un estado de tristeza en un periodo muy breve, como cuando no pudimos ver a ese amigo o a nuestra pareja un día determinado o porque se terminó esa serie que tanto nos gusta. Sin embargo, la depresión va más allá de sentir tristeza momentánea.
La depresión afecta a diario a miles de persona en todo el mundo, es bastante común, sin embargo, es importante detectarla para poder tratarla.
¿Cómo saber si tengo depresión? Además de la tristeza, algunos de los síntomas más característicos de la depresión, es el tener un estado de ánimo irritable o tener la sensación de vacío, sentir estos estados nos podría estar indicando de una probable depresión.
Además, se presentan otros síntomas muy característicos como lo son la dificultad para conciliar el sueño o tener exceso de sueño, cambios en el apetito que pueden aumentar o tener pérdida de peso, cansancio, falta de energía, no disfrutar las actividades que antes sí solían gustar, querer aislarse de las demás personas, tener sentimientos de inutilidad y de culpa.
Si ya no tienes ganas de convivir como antes solías hacerlo, has perdido las ganas y el placer en actividades que antes solían hacerte feliz, incluso en la actividad sexual, tienes sentimientos de desesperanza o sentimientos de abandono, es muy probable que tengas depresión.
¿Por qué me pasó a mí?
Existen varias razones por la que una persona puede tener depresión. La vida, en ocasiones puede ser incierta y hay situaciones que pueden estar o no estar en nuestro control y que pueden desencadenar una depresión, por ejemplo, alguna situación traumática o estresante como un despido, una relación difícil, la pérdida de un ser querido, maltrato físico o abuso sexual, problemas económicos, entro otras razones.
¿Cómo salgo de esto?
Es importante saber que la depresión es un proceso difícil, no puedes afrontarlo solo o apoyarte únicamente de familiares y/o amigos.
Depende de cada persona y del grado de depresión que se tenga, pero lo idóneo es combinar un tratamiento farmacológico de psiquiatría con tratamiento psicológico. El proceso de la terapia ayudará a identificar los elementos desencadenantes que te afectan el estado de ánimo y también ayudará a que te vayas sintiendo satisfecho con tu vida.
